Ingredientes
- Tres ramilletes de brócoli
- 3 dientes de ajo.
- 2 lonchas de jamón
- 1/2 bolsa de maíz frito (quicos de toda la vida, vamos :-) )
- 3 huevos cocidos
- Sal
- Aceite
Separamos los ramilletes del brócoli del tronco principal (si son grandes partidlos) y los ponemos a cocer en agua hirviendo con sal hasta que estén "al dente" (no os paséis que se quedan lacios).
Una vez cocidos los pasamos por agua fría para romper la cocción u los probamos. Si están sosos, añadidles un poco de sal cuando estén mojados.
Pelamos los dientes de ajo, los partimos a lo largo, les quitamos el brote central (es lo que repite) y los laminamos lo más finos que podamos.
Ponemos los quicos en un mortero y los machacamos ligeramente sin que se queden demasiado pequeños.
El jamón lo hacemos tiritas, también lo más finas posibles (el mío estaba más bien crudo y una vez laminado lo puse un rato en el horno para que se secase un poco, pero lo ideal sería que estuviese un poquito duro.
Cortamos los huevos cocidos en gajos.
Solo queda aliñar: Ponemos el brócoli en un fuente, repartimos los gajos de huevo, le añadimos los quicos, los ajitos y el jamón y lo regamos con un poco de aceite de oliva virgen extra.
Lo podemos servir tal cual, pero a mí me gusta fresquito, así que lo metí un rato en el frigo.