jueves, 17 de septiembre de 2015

CROQUE-MONSIEUR





Como homenaje a algunos semi/seudo franceses a los que considero amigos, me decidí a hacerle a los niños (que por cierto les encantó), un icono de las cartas de los cafés parisinos, del que parece ser (según Wikipedia J ) que se tiene constancia desde 1910.


  • 2 rebanadas de pan de molde grueso (con su corteza, como Dios manda J )
  • bechamel (hecha en casa o de brick que algunas están muy conseguidas)
  • 2 lonchas de las grandes de Jamón cocido.
  • 1 loncha de queso emental (en su defecto semicurado)
  • Queso rallado para gratinar.

Empezamos untando una de las rebanadas con bechamel por un de sus caras, colocando de base la parte que no está untada.

A continuación colocamos sobre la bechamel, una de las lonchas de jamón doblada, el queso y la otra loncha también doblada.

Untamos la otra rebanada con bechamel y la ponemos sobre el sanwidch con la bechamel hacia abajo y presionamos para que se una. Untamos con más bechamel sobre la otra cara (la de fuera) de la rebanada superior y ponemos sobre la bechamel un buen puñado de queso rallado.

Precalentamos el horno a 190º. Una vez caliente, introducimos el sanwidch durante 10 minutos. Si nos gusta más gratinado, después de los 10 minutos ponemos 2 minutos más con función grill.

NOTA: Como no podía ser de otra forma, se aceptan consejos y críticas de los consumidores e este sanwidch en su lugar de origen J



HUEVOS RELLENOS DE SARDINILLAS




  • 6 huevos cocidos
  • 1 lata de sardinillas en aceite de oliva
  • 1 pimiento morrón en conserva
  • 1 cucharada de tomate frito
  • 3 cucharadas de mayonesa


La técnica es básicamente la misma que en todas las recetas de huevos rellenos fríos: Se parten los huevos en mitades, se extraen las yemas (menos una) y se mezclan concienzudamente con el resto de ingredientes. En este caso como las sardinillas traen su espina (muy buena en calcio. No se la quitéis) y uno de los ingredientes es un pimiento morrón en conserva, aconsejo que al menos estos dos productos los machaquemos en el mortero y después añadimos el resto, ya que con el tenedor, como solemos hacer habitualmente, se hace costoso.

En caso que la pasta os quede demasiado líquida, se puede arreglar añadiendo un poco de pan rallado.

Rellenad los huevos con una manga pastelera o con una bolsa de plástico con una esquinita cortada :-) y los adornáis a vuestro gusto.